Te voy a contar la historia de las Andarinas de Rivas:
Todo sucedió un buen día de un frío febrero de 2017 en una conversación entre varias amigas mientras veíamos a nuestros niños jugar un partido de fútbol.
Comenzamos a hablar del ejercicio físico y lo bueno que es para la salud y para mantener estos cuerpazos que nos caracterizan, que si vámonos a andar, que qué hago con los niños, venga, si es sólo una hora, buscamos un hueco en el que podamos todas, que así nos ponemos fuertes y en forma.
Total, que en un principio éramos cuatro, y era muy difícil compaginar horarios entre las pocas que éramos, así que se lo contamos a una amiga y a otra...y poco a poco, en todo este tiempo ya somos el número de la suerte: 13 Andarinas.
No siempre coincidimos todas, de hecho, hay unas 4, ejem, ejem, que son oyentes habituales, pero no importa, dan sentido al grupo y son un reto para las más activas y esperamos que algún día se animen a venir a menudo.
Nuestras caminatas son siempre por Rivas y ya nos hemos hecho unas cuantas rutas. Es una suerte vivir donde vivimos, tenemos el campo al lado, el río Jarama, varias lagunas.
A nuestro paso hemos visto cigüeñas, pájaros de todo tipo, jabalíes, conejos y hasta una serpiente, pero eso es otra historia y debe ser contada en otro momento
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